Es una especie de mamarracho que me gustó.
No sé por qué me interesa tanto dibujar a Hendrix, pero hay cosas a las que ya renuncié a responderme.
Simplemente entendí que necesito dibujarlo y obedezco.
Ni siquiera me gusta tanto su música.
Me parece magnética su imagen, su rostro, toda su figura.
Quizás su energía.
Pero son todos quizás. La única certeza es que aquí va un nuevo Hendrix.
Etiquetas: hendrix
Llego aquí por recomendación del blog de Berto, y te felicito enérgicamente, tus retratos caricaturescos son una maravilla, éste especialmente ;)
Enhorabuena y un saludo!
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Enhorabuena y un saludo!