He estado trabajando en varios pedidos de particulares.
Éste, inspirado en un cuadro de Van Eyck, me lo encargaron desde Barcelona y me gustó especialmente, tanto el resultado como el proceso y la idea misma. (que fue del cliente)
A veces cuando uno acepta un trabajo, no sabe realmente en qué se está metiendo. Ningun caso mejor que éste para ejemplificarlo.
Los detalles que tiene esta pintura son increibles, más los parecidos, el ajuste de proporción debido a la caricatura, el control del color....
Sin embargo es de los trabajos que acabo agradeciendo especialmente que me encarguen, porque el resultado, me da una satisfacción estética, que es difícil de sentir.
Etiquetas: pedidos particulares